La luna llena, también conocida como plenilunio, se denomina en Astronomía a la fase de la Luna en que su hemisferio visible se ve plenamente iluminado desde la Tierra. La luna llena ocurre cuando nuestro planeta se encuentra posicionado exactamente entre el Sol y la Luna. La Luna, como tal, no tiene luz propia, de modo refleja la luz del Sol. Es por ello que, durante el plenilunio, lo que apreciamos es la Luna con su cara visible totalmente iluminada por la luz solar.
Una luna llena ocurre cuando el sol y la luna son opuestos entre sí, influyendo gravitacionalmente en la tierra. Con su atracción, cambia las mareas del océano. Esto también tiene una influencia sobre nuestro cuerpo ya que tiene una composición alta de agua.
La luna llena es un momento muy poderoso e intenso. En esta época del mes, la luna está iluminada en toda su belleza y uno puede sentir un cambio energético con el aumento de las emociones o sentimientos intensos. Por eso se dice, que los días de luna llena estamos más dispersos, revueltos, intranquilos... pero de todos los rumores o creencias asociadas a la luna llena la única que se ha podido demostrar es que afecta al sueño.
¿Cuál es la relación entre el yoga y la luna?
Hatha yoga, el estilo sobre los que se asientan todos los demás, generalmente se traduce como el yoga del sol (ha) y la luna (tha). Esto se refiere al equilibrio de dos energías diferentes dentro de cada uno de nosotros: el sol se refiere a la energía masculina, activa y caliente, mayor acción, mientras que la luna se refiere a la energía femenina, receptiva y fría. recogimiento.
El yoga consiste en equilibrar estas dos energías, la flexibilidad y la fuerza, el cuerpo y la mente, la acción y la reflexión.
Algunos estilos de yoga recomienden abstenerse de practicar durante la luna llena para honrar los ritmos de la naturaleza. Aconsejan una práctica suave, meditar, leer sobre textos sagrados. Por ese motivo, entre otros, es que los practicantes de otros estilos sí acuden a la sala para hacer una practica lunar, potenciando el lado "tha" o "yin", invitando a la meditación y al recogimiento. Liberando así lo que ya no sirve y plantar semillas de intención para la luna nueva. Es un buen momento para practicar yoga suave y abrirse para recibir la energía que la luna llena tiene para ofrecer.
Practicar un saludo a la luna en lugar del clásico saludo al sol es una excelente manera de honrar la luna llena en nuestra práctica de yoga. así como meditar o realizar técnicas de pranayama nos ayudará a calmar el cuerpo y la mente, invitando a la energía “yin” a nuestras vidas y empaparnos de la energía potente de la luna.
La luna nos invita a parar, bajar el ritmo, reflexionar, recogernos, meditar, vaciarnos, en definitiva nos está guiando hacia dentro... Casi todo el mes estamos más en la acción, enfocados hacia fuera, en el aprendizaje, en la comprensión, en el crear, en el hacer, y la luna es ese momento en el dejas que todo lo que has removido o añadido a tu caldero repose, se asiente, e incluso se deshaga el ingrediente que no necesitas para tu mágica receta. Todo el mes removiendo y dando fuego y ahora es el momento de apagar la llama, poner la tapa y permitirnos reposar para absorber lo que dará comienzo de luna nueva, pues es el comienzo de un nuevo ciclo lunar.
Este es un pequeño resumen de porqué en nuestra escuela en luna llena y luna nueva hacemos una práctica más lunar o yin, meditativas y que inviten a recogerse y atender los tejidos del cuerpo que son fundamentales para nuestro equilibrio.. Realmente se hace en todo y es necesario para conservar nuestra energía vital (Prana), cuando nos olvidamos de descansar, de parar, de reconectar, de ir hacia el interior... nos agotamos, nos perdemos, nos sentimos fuera de nuestro ser. La luz de la luna te recuerda el camino y por muy oscuro o turbio que esté lo que hay dentro, recuerda que siempre te ilumina... Es como ese candil que uno lleva en mitad de un temporal...
Recuerda que en MiYOGA en los días de Luna dejamos reposar el potaje para que coja sabor y absorba todos los nutrientes y toda le energía que pusimos en la elaboración. Te vienes?
"... Nos sumergimos en el pulso del océano. Solo existe el eterno sonido del vaivén de sus olas. Somos agua... Estas lunas de marzo potencian la disolución, la sanación de viejas heridas, la compasión saludable, el amor incondicional, el atravesar sin miedo todas tus capas... deja que la luna te guíe..."