Sukhasana, postura fĂĄcil, postura cĂłmoda o de reposo (sukha= fĂĄcil; asana= postura), mĂĄs conocida como Savasana, postura del cadĂĄver (sava= cadĂĄver; asana= postura) es una postura de relajaciĂłn que se realiza al final de la prĂĄctica de posturas y de respiraciĂłn.
Es la postura a la que, segĂșn el dĂa o la prĂĄctica que tengas, estarĂĄs deseando llegar. Ponte ropa seca, algo que te abrigue o tĂĄpate con una manta de yoga. La postura final de reposo es de suma importancia, el cuerpo y la mente necesitan un tiempo para recuperarse de la prĂĄctica, dejar que los mĂșsculos se distiendan, que tu sistema nervioso se estabilice, aportando con ello un estado mental apacible y al cuerpo un merecido descanso.
La ejecuciĂłn parece fĂĄcil, sĂłlo has de tumbarte boca arriba, brazos a los lados de los costados, con las palmas de las manos hacia arriba, abre los hombros, piernas separadas al mismo ĂĄngulo que los brazos, cierra los ojos y relĂĄjate....
Pero... Âżsabemos relajarnos? Âżsabemos soltar nuestros mĂșsculos? Âży quĂ© me dices de tu mente con sus pensamientos?. Aprovecha esta postura para observar tu respiraciĂłn, para inhalar y exhalar lento y profundo, seguir el recorrido del aire entrando y saliendo a travĂ©s de los orificios nasales, suelta la mandĂbula (incluso puedes dejar entre abierta la boca), relaja los mĂșsculos faciales, la lengua, el cuero cabelludo, las comisuras de los labios, los dedos de las manos y de los pies. Si te resulta difĂcil concentrarte o si surgen pensamientos, simplemente vuelve a llevar tu atenciĂłn a la respiraciĂłn, a observar tu inhalaciĂłn, exhalaciĂłn, el cuerpo, deja que se absorban en tu interior sentimientos como la felicidad, la plenitud, paz... Puedes hacer un recorrido por tu cuerpo, de pies a cabeza, manteniendo en cada zona tu atenciĂłn durante 3-5 respiraciones (o mĂĄs si asĂ lo sientes), tratando de aflojar y liberar mĂĄs y mĂĄs esa parte.
A veces creemos que nos relajamos pero sĂłlo cuando sentimos como un mĂșsculo se suelta somos conscientes de la tensiĂłn acumulada.
Evita quedarte dormido, eso reduce la capacidad del cuerpo para crear energĂa restauradora pero, si te duermes no te apures, lo necesitabas. MantĂ©n esta postura entre 5 y 15 minutos. Cuando hayas acabado haces unas respiraciones mĂĄs profundas y energizantes y sal poco a poco de la relajaciĂłn moviendo suavemente los dedos de los pies y de las manos, los tobillos y muñecas o incluso estirando tus brazos por detrĂĄs de la cabeza). Para subir, dobla las rodillas al pecho y tĂșmbate de costado para sentarte, abre los ojos lentamente.
Parece sencillo pero relajar el cuerpo y mantener nuestra mente con la atenciĂłn plena en la respiraciĂłn, en el cuerpo, en las sensaciones, en ese momento presente requiere su prĂĄctica y entrenamiento. Seguro que mĂĄs de una persona se siente identificada con esta imagen que refleja un ejemplo de lo que suele suceder en esta postura. Pon sentido del humor y sigue trabajando en ello cuando suceda, porque sucederĂĄ...