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MiYoga

Gracias a los mini-yoguis por su energĂ­a tan bonita, por sus ganas y expectaciĂłn con el yoga y por dejarse llevar con esa espontaneidad, naturalidad y frescura tan maravillosa.

Gracias a las mamås y tía, que han compartido esta sesión conjunta para regresar al mundo de fantasía de los mås pequeños. Una actividad pensada a para tod@s, para pasar un tiempo en familia, aprendiendo a hacer yoga de forma conjunta, divertida y entrañable.


En nuestra primera sesiĂłn en familia dentro de MiYOGA nos embarcamos en una gran aventura, donde viajamos en barco. Al principio nos costĂł zarpar porque habĂ­a que sacar las velas, hubo que llamar al viento, sacar el ancla desde el fondo del mar y remar. Aprendimos que las cosas pueden estar a nuestro favor pero que a veces hay que hacer esfuerzos para conseguir una meta.

Llegamos a MiYogui Isla y allí nos encontramos con muchísimos animales, para que no supieran que éramos humanos, para pasar desapercibidos decidimos imitarlos: påjaros gigantes, polluelos, caballos, elefantes, pinzas de cangrejo, cangrejos, jirafas, montañas, årboles, tigres que se lamían una patita y se ponían luego muy "chulitos", perros, serpientes, saltamontes, peces, delfines, tortugas, vacas, gatos, conejos con orejas bajadas y con orejas subidas, camellos, leones, mariposas...

Como se nos hizo de noche los mayores ayudaron a los pequeños a realizar la postura de la vela para ver si así encontråbamos el camino de regreso a nuestro barco, hicimos la postura del puente por el que pasaron hormigas y volvimos al barco, donde sacamos las velas, quitamos el ancla, llamamos al viento y remamos. Recordamos las posturas de los animales, recordamos las respiraciones de globo, de caracola y de abeja y nos tumbamos a dormir .después de cantar nuestra canción "flor mågica" y repetir nuestra palabra transportadora de aventuras "om".

Poder trabajar en las posturas con tus hijos, sobrinos o nietos, te permitirå fortalecer valores como el respeto, la entrega o la colaboración. El yoga estimula la introspección, incluso a una edad temprana, por lo que los mås pequeños serån capaces de escuchar y entender sus propias necesidades; hacerlo junto con los familiares les permitirå desarrollar empatía, una cualidad importante para lograr entender a los demås y convivir de forma pacífica con otros.

Gracias por una tarde tan divertida!! Repetiremos para embarcarnos en otra aventura...

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MiYoga

En mayo vamos a darle protagonismo a los mantras, dedicaremos un tiempo de las clases de este mes a trabajar con ellos.

El mantra actĂșa como una herramienta que ayuda a liberar la mente del flujo constante de pensamientos. Gracias a la repeticiĂłn del mantra, la persona ingresa en un estado de concentraciĂłn profunda. La meditaciĂłn, con la ayuda de la mantra, permite que el sujeto concentre su atenciĂłn en su propia conciencia, en un pensamiento o un objeto externo. Gracias a los mantras, lo que se consigue es que la persona que los recite pueda relajarse, concentrarse en una tarea determinada y tambiĂ©n acabar con las divagaciones que posee su mente. Todo ello sin olvidar que tambiĂ©n ayudarĂĄn a ese individuo a eliminar de su cabeza todo tipo de pensamientos impuros y que le impidan purificar todo lo que tiene a su alrededor.

Aunque los mantras no tienen un significado exacto o preciso, se dice que cada sonido corresponde a un aspecto de la iluminaciĂłn y permite asociar la mente con uno de estos aspectos. Los mantras son habitualmente utilizados en la meditaciĂłn y en el yoga, ya que ayudan a alcanzar la finalidad de la prĂĄctica y a obtener mejores resultados; nos conecta a otro nivel con nuestro yo interno.

El mantra más popular del budismo es “om mani padme hum”, que corresponde a la compasión. Su traducción más frecuente es “La joya en el loto”. Los budistas sostienen que las seis sílabas de este mantra se vinculan con la dicha o la meditación (om), la paciencia (ma), la disciplina (ni), la sabiduría (pad), la generosidad (me) y la diligencia (hum).

En el hiduismo encontramos que el mantra mĂĄs popular es "OM". Este mantra representa el sonido del universo, es la primera y original vibraciĂłn y significa el proceso infinito de nacimiento, muerte y resurrecciĂłn. El OM es el sĂ­mbolo de lo esencial en el hinduismo, es el sonido del que emergen los demĂĄs sonidos. Este mantra es ideal para comenzar y finalizar una prĂĄctica de yoga o meditaciĂłn, o simplemente cuando necesites relajarte. En nuestras clases, el cuenco representa el OM y en las clases de inspiraciĂłn Ashtanga ya hemos comenzado a entonar el mantra inicial de apertura de esta prĂĄctica que comienza con este sonido.

Otro mantra hinduista es "Lokah Samastah Sukhino Bhavantu". Su traducción es: Que todos los seres en todas partes, sean felices y libres, y que mis pensamientos, palabras y acciones, contribuyan de alguna manera a alcanzar la felicidad y la libertad de todos. Este mantra nos inspira a vivir sin hacer daño a los demås, en armonía con el medio ambiente, los animales y los humanos. Fomenta la cooperación y la compasión. En el mantra de cierre de Ashtanga lleva esta estrofa integrada.

También usaremos un mantra propio, alguna palabra o frase corta que nos sirva para concentrar nuestra atención, calmar nuestra mente y nos aporten aquello que necesitamos. Del tipo "soy valor", "soy salud"... o sólo la palabra "confianza", "amor"... o una frase corta que tenga un sentido y valor especial para ti "me siento en conexión con el Universo", "todo es perfecto en mi mundo"...

Los mantras pueden recitarse mentalmente o verbalmente, practicaremos ambos a lo largo de nuestras clases de mayo.

Esta es parte de la teoría pero lo mejor es que cada uno pruebe y saque sus propias conclusiones y ver si relajan, si calman, si concentran y cómo nos hacen sentir. A veces el significado no es tan importante como el resultado y la experiencia, como dijo B.K.S. Iyengar: "Miren la esencia y no se dejen engañar por los nombres" "¿Estamos atrapados en la red de lo que hemos leído, en busca de la experiencia de lo escrito por otra persona, o trabajamos para conocer con una mente renovada qué tipo de nueva luz es proyectada en la postura por nuestra propia experiencia al ejecutarla?" "Cada movimiento es mi mantra".

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¿Qué beneficios aporta practicar yoga con los ojos vendados? ¿No es ya bastante difícil respirar, encontrar la alineación y equilibrio los ojos abiertos? Ayer nuestros grupos de nivel 2 probaron las sensaciones de hacer parte de la clase sin usar la vista.

Lee las razones por las que practicar sin ver de vez en cuando puede ser una gran experiencia.

Tu ego se ve relegado: te guiarĂĄs mĂĄs por cĂłmo se siente la postura y no cĂłmo se ve, ni la imagen que quieres dar. Estamos rodeados de imĂĄgenes de medios sociales y publicaciones de yoga de cuerpos hermosos realizando asanas perfectas y asanas "imposibles.

Es raro en yoga no ver a un practicante tentado a empujar demasiado la postura para crear una ejecuciĂłn estĂ©ticamente agradable. Pero cuando practicas con los ojos vendados, tu mirada se ve obligada a entrar. Nadie, ni siquiera tĂș, puede ver lo que parece desde fuera, asĂ­ que lo Ășnico que importa es cĂłmo te sientes desde dentro. Y su prĂĄctica serĂĄ mucho mĂĄs honesta y verdadera.

Desarrollas mĂĄs tus otros sentidos: cuando quitamos uno de nuestros sentidos, la conciencia de todos los demĂĄs sentidos se intensifica. Es como cerrar los ojos para escuchar una hermosa canciĂłn. Con la venda en los ojos, sintonizas mĂĄs con las indicaciones de tu profesor y sientes completamente tu cuerpo en tu esterilla y en el espacio. Esta concentraciĂłn mejorada trae mucha mĂĄs presencia y atenciĂłn a la prĂĄctica que estar con los ojos abiertos.

Aprendes a dejar ir: Con una venda en los ojos, no hay la opciĂłn de mirar a nadie mĂĄs. Tampoco puedes comparar tu prĂĄctica con la de nadie mĂĄs. Simplemente tienes que dejar de lado tu miedo a estar equivocado, y confiar en que donde estĂĄs estĂĄ bien.

Es liberador: descubres cosas nuevas de las posturas, que las sensaciones son mĂĄs buenas de lo que creĂ­as, que es algo reconfortante, que te hace estar mĂĄs "contigo" y prestar menos atenciĂłn a la mente y eso te hace sentir muy bien.

Es un desafĂ­o: la prĂĄctica de yoga con una venda en los ojos puede ser una experiencia rara al principio. Muchas personas se sienten mĂĄs vulnerables, inciertas y menos controladas para empezar. Pero esta experiencia, a pesar de ser un poco incĂłmoda, es profunda. Descubres dĂłnde estĂĄ el miedo y entonces simplemente lo observas. Cuando permanecemos presentes con nuestros temores, experimentĂĄndolos en lugar de alejarnos, estos pierden su poder. Puedes aprender mucho mĂĄs con un par de minutos fuera de su zona de confort.

Mejora la propiocepciĂłn de nuestro organismo y eso es de gran valor para cuando practiques con los ojos abiertos: aprendes que puedes usar tu mirada mucho mĂĄs deliberadamente para mejorar tu enfoque y tu concentraciĂłn, en lugar de dejar que te distraiga.

SabrĂĄs que siempre que desees encontrar ese enfoque interno de nuevo, todo lo que necesita hacer es cerrar los ojos. Repetiremos al experiencia!!

Ayer todos los que probaron dijeron sentirse muy bien, en algunas posturas mejoraron notablemente su alineaciĂłn y superaron sus "miedos" y en otras se sintieron menos estables.

Ya sabéis, todo es pråctica, pråctica y pråctica... Personalmente el yoga ya me traslada a mi mundo interior desde que me siento en mi esterilla para hacer mi pråctica y, tener una venda o antifaz lo que hace es aumentar e intensificar esa profundidad conmigo misma, con mi respiración, con mi cuerpo, mi mente, mis sensaciones... Creo que con el ritmo al que vivimos es vital tener este tipo de momentos, de experiencias... Practica yoga!!!

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