"En el yoga hay tres cosas muy importantes que siempre han de estar unidas en todo: el amor, el conocimiento y la acción" B.K.S Iyengar
La esencia de esta práctica milenaria es una invitación y una oportunidad para habitar nuestro cuerpo, sentirlo, escucharlo, cuidarlo... una oportunidad para observar el funcionamiento de la mente (que generalmente se queda atrapada en el pasado o en el futuro). Es un camino de interiorización que despliega el poder de la atención plena y el darse cuenta. Para llegar a una meta existen diferentes rutas y el yoga es una de ellas. Una ruta completa que no se queda sólo en el cuidado y bienestar físico.
A través de la práctica del yoga se despierta la propia sensibilidad corporal y una escucha profunda que incluye e integra al cuerpo, la mente y la consciencia... "Un gramo de práctica pesa más que una tonelada de teoría" (Swami Sivananda).
En mi viaje a Mysore este pasado mes de agosto he podido sentir los beneficios de una práctica regular y constante de lunes a sábado. Fui con unas expectativas y me encontré conmigo misma allí sola frente a mi esterilla a las 5h00am para afrontar la primera práctica del día... Las prácticas diarias me ayudaron a sobrellevar mi reto, mi curso y mis circunstancias... No ha sido un camino de rosas pero cuando se tiene ganas de profundizar, mejorar, superar y cuando pones al servicio del yoga tu entrega, tu sudor y tu paciencia todo es posible. Creía que obtendría unas cosas pero me llevé muchas otras...
Mucha gente se acerca al yoga con la intención quizás de modificar algo de su realidad: niveles elevados de estrés, poca motivación, insomnio, depresión, dolores físicos, ansiedad, sobrepeso... El camino del yoga acoge cualquier motivación ya que, a través de la práctica, la constancia y el compromiso suficiente el propio proceso hará su trabajo, es decir, despertar, cada uno a su tiempo y cada practicante con su propio proceso.
Muchos se inscriben por una razón pero se quedan por otras... El sólo hecho de pararnos en nuestra esterilla a tomar conciencia de nuestras respiración, a sentir nuestro cuerpo, nuestras emociones, observar nuestra mente es un gran bálsamo para el estrés del día a día. Es un entrenamiento mental y emocional de gran impacto que hace posible que nos permitamos darnos cuenta de nuestra realidad y que podamos transformarla desde un lugar más profundo, un lugar con mayor integridad.
Crear nuevos hábitos para gestionar el mundo emocional a través de un sistema nervioso más estable, un cuerpo y una mente más equilibrados y sanos, aprender a "dejar de hacer" (como sucede en la postura de Savana o en el yoga restaurativo o yin yoga).
Son muchos los alumnos que manifiestan "no tener tiempo" pero bajo mi punto de vista es una cuestión de "elección de lo que hacemos con nuestro tiempo" ni más ni menos. Si no puedes practicar cada día en un centro de yoga puedes practicar en casa, en el parque, incluso en el trabajo. No es necesario que hagas sesiones de 1h30 cualquier tiempo que puedas dedicarle si lo mantienes y te eres fiel a esa cita contigo notarás los efectos en un mes. Así que echa mano de la fuerza de voluntad y disciplina para que estén por encima de los pensamientos que nos alejan de nuestra propia meta y deseo.
El proceso de transformación que promueve el Yoga es fruto del trabajo, la constancia y el compromiso que tengas con la práctica, con tu salud, con tu mente, contigo...
"Practica y todo llega" (Sri Pattabhi Jois)