(En abril: lunes 16 Luna Nueva, lunes 30 Luna Llena)
Muchos son los alumnos que preguntan porqué en luna llena y luna nueva hacemos una práctica más pausada, más introspectiva, meditativa, reparadora... Nosotros en luna llena y luna nueva, e incluso una vez al mes (si las clases no coinciden con estas fases lunares) hacemos una práctica "restaurativa y yin yoga" (aunque todas los son) más pausada, donde nos mantenemos más tiempo en las posturas (para poder llegar más allá de los músculos, a los tendones y fascias, lo cual favorece la descarga y mejora la elasticidad notablemente), respirando, sintiendo el cuerpo para tratar de aflojarlo, son posturas placenteras en donde nos ayudamos del material de yoga para encontrar la comodidad y poder profundizar en el trabajo. Otros estilos de yoga no hacen práctica ese día, incluso el centro cierra sus puertas. Son muchas las personas que sienten que en luna llena o nueva están más dispersos, más irritables, más alterados, con la mente "densa", etc... Te dejo aquí la explicación de porqué no practicar o realizar un tipo de práctica más "lunar".
Las fases de la luna se determinan por su posición relativa con el sol. Siendo así luna llena cuando esta se encuentra en oposición al sol y luna nueva cuando se encuentra en conjunción. El sol y la luna ejercen sobre la tierra una fuerza de atracción gravitacional. Sus posiciones relativas crean fenómenos energéticos comparables a la respiración.
La energía de la luna llena corresponde al pleno de la inhalación donde la fuerza de prana (energía vital) es mayor. Este es una fuerza expansiva, ascendente, que nos hace sentir energéticos y emocionales pero no muy centrados. Los días de luna creciente (en aumento) es un proceso pránico acumulador (acumulamos energía), un período ideal para la actividad y la consolidación. La energía de la luna nueva corresponde al pleno de la exhalación donde la fuerza de apana (energía de eliminación) es mayor. Esta es una fuerza descendente y de contracción que nos hace sentir calmos y centrados, pero densos y con inclinación al agotamiento físico. Los días de luna menguante (en disminución) es un proceso apánico de eliminación y reducción. El pleno de la luna nueva es un período ideal para nuevos emprendimientos y la renovación.
Al igual que todas las cosas cuya naturaleza contiene grandes porcentajes de agua, como sucede con las mareas, los humanos (que somos agua cerca de un 70%) nos vemos influenciados en nuestra estructura física por las fases de la luna.
Los días que preceden la luna llena y en luna llena causan un incremento de fluidos en el cuerpo, una marejada interna, y generalmente un aumento de energía. Como esto tiende a crear exceso de estimulación, la práctica intensa no es recomendada. Los días que preceden la luna nueva y luna nueva causan un decrecimiento en los fluidos del cuerpo, una disminución de energía, mayor sequedad en las articulaciones y por ende mayor posibilidad de lesión.